Esta obra relato sobre un guerrero famoso de Antisuyo llamado
Ollantay, el cual estaba enamorado de la hija del rey Pachacutic (rey de Cuzco)
llamada Cusi-Cuillur, pero dicho rey no sabía de dicho amor, a pesar de que
Ollantay poseía una posición alta de los guerreros no era lo suficiente como
para poder ser esposo de Cusi-Cuillur, pero a pesar de eso era su esposo sin
que su padre (el rey) se diera cuenta, la madre de Cusi-Cuillur, llamada
Anahuarqui, les ayudaba a los dos para que no se diere cuanta su padre.
Un día el sacerdote llamado Willca Uma, le advirtió
sobre el amor que él le tenía a Cusi-Cuillur, porque si el rey Pachacutic se
diera cuenta lo quitaría de su mando, pero el quiso hacerlo y un día que el rey
estaba hablando con el sobre todas sus peleas y como las ganaría en el futuro,
el le dijo que como había servido mucho
tiempo al imperio y por todas sus peleas le concediera la mano de su hija, el
rey devastado le dice que se retire y lo despoja de su puesto, este le cuenta a
los suyos lo que el rey le ha dicho y fueron hacia Ollantaytambo donde
proclamaron rey a Ollantay, el nombra a Orco Huaranca para que dirija sus
fuerzas y a Hanco-Huaillo como sacerdote.
El rey Pachacutic mando a Rumiñahui (quien era el jefe
militar del cuzco) a que acabara con Ollantay, pero él ya estaba preparado con
sus guerreros y los sorprendieron con unas rocas que venían de la montaña y
aplastaron a todos los guerreros de Rumiñahui.
El rey Pachacutic escondió o más bien encerró a la princesa
(Cusi-Cuillur) en Ayahuasi-Casa de las vírgenes del sol. Un día una niña que
vivía en esa casa llamada Ima Suma sale al jardín, porque no le gustaba estar
en esa casa, y escucha a alguien llorar
y unos días después le cuenta a la compañera quien es Pitu Salla y las 2 van a
ver quién es la mujer que lloraba y encuentran una cueva donde se encontraba
Cusi-Cuillur, ella le pregunta a la niña que cual era su nombre y ella le
responde Ima Suma desde ese momento supo que era su hija y entre las 2 niñas la
cuidaron para que pudiera sobrevivir.

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